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Foto del escritorJosefina B

La historia de Ceci: "Cada uno tiene la capacidad de cambiar su realidad"

Hoy quiero compartirles la historia de Ceci Aicega, 30 años, profesora de canto, fundadora de la Academia Cantares.




¿Cómo llegaste a hacer lo que estás haciendo hoy?


Desde mi infancia en Mar del Plata supe que quería vivir de la música, aunque no tenía definido de qué modo. Siempre soñé con tener un espacio donde poder expresarme y que sirviera para que cualquier persona logre conectarse con su lado artístico. A los 17 años me mudé a Buenos Aires para estudiar comedia musical y profesorado en la Universidad Maimónides. Durante toda la carrera di clases en distintos institutos y canté en un montón de lugares. Todas esas experiencias me sirvieron para ganar confianza en mí misma y, principalmente, para ahorrar y comenzar a invertir en equipamiento (instrumentos, parlantes, inmobiliario, etc.). Luego de evaluar muchísimas alternativas, conocer lugares y planificar opciones, me decidí por fundar mi propia academia de canto. Los primeros años las clases se daban en el living de mi casa. En el camino conocí gente muy valiosa que, con pasión y dedicación, se fueron sumando al proyecto y posibilitaron que Cantares llegue a ser lo que es hoy: un espacio donde personas de distintas edades y profesiones dedican parte de su día a cantar, componer y/o tocar un instrumento.


¿Qué nombre elegiste para tu proyecto? ¿Por qué?


El nombre que elegí es “Academia Cantares”. Elegí ese nombre porque al principio sólo enseñaba canto y quería que con el nombre se entienda qué ofrecía principalmente la academia. Con el tiempo todos los que se fueron incorporando al proyecto quedaron enamorados del nombre y hoy podemos decir que nos ENCANTA!!


¿Por qué decidiste empezar con este proyecto?


A mis 17 años me gradué del Colegio Musical IDRA en Mar del Plata y me vine a estudiar a Buenos Aires. Ese primer año por necesidad económica empecé a dar clases en un instituto de comedia musical y me encariñé con la docencia. A partir de ahí, empecé a soñar en grande y eso significaba tener mi propio lugar donde se enseñara música de una manera más cercana, divertida y dinámica para todo el mundo.


¿Cuál y cómo fue el momento quiebre en el que decidiste dejar lo que estabas haciendo antes para lanzarte a hacer lo que haces ahora?


En los últimos años de facultad daba clases en lugares lejanos a mi casa. Viajaba quizás dos horas y media para dar sólo dos clases. Eso me agotaba mucho física y anímicamente. Llegó un punto en que la ecuación no cerraba y fue mi marido (en ese entonces novio) quien me incentivó para abrir una academia propia. Como no tenía tantos ahorros, empecé a dar las primeras clases en mi casa. Muy de a poquito fui teniendo más y más alumnos y conociendo a varios de los profes que hoy forman parte del staff de Cantares. Así fue cómo hace tres años decidimos dar el salto de tener nuestro propio espacio en Recoleta.


¿Cuáles fueron los primeros pasos que diste cuando decidiste lanzar tu emprendimiento?


Di varios años clases en mi casa… mi living se transformó en mi estudio. Una vez que empezó a aumentar el número de alumnos, estaba recién casada y con muchas ganas de separar mi casa de mi trabajo. Ese fue un año intenso donde decidimos refaccionar uno de los cuartos y sumar otros profes. Al tener dos habitaciones funcionando todo el día y sumar otros profes al proyecto, el número de alumnos siguió aumentando y nos permitió al poco tiempo alquilar un espacio 100% para Cantares.


¿Qué aspectos legales tuviste en cuenta cuando arrancaste? ¿Y a cuáles tuviste que hacerle frente después?


Obviamente el primer aspecto que tuve que considerar fue el vinculado con las obligaciones fiscales. A medida que el proyecto iba creciendo y decidimos mudarnos a un espacio exclusivo para Cantares, tuve que familiarizarme con contratos de alquiler, aspectos marcarios, cuestiones bancarias, financieras, etc. Por suerte contamos con un abogado y un contador independientes que nos ayudan con estas cuestiones y nos facilitan los trámites para que nosotros nos enfoquemos en hacer lo que mejor sabemos hacer: enseñar música.


¿Cómo conseguiste tus primeros alumnos?


Fue difícil. Pero diría que con perseverancia, trabajando mucho y poniendo mucha pasión a lo que hago. No hay marketing que le gane a la referencia del “boca en boca”: si haces bien tu trabajo, tus propios alumnos se transforman en la mejor propaganda. En el comienzo sufrí lo que llamé la “maldición de los 2 alumnos”: durante 4 meses sólo le di clases a mi hermana y a mi mejor amiga, hasta que de a poquito fueron apareciendo nuevos alumnos. Los shows de Cantares también ayudan mucho!! Hacemos shows de mitad y fin de año donde se arma un clima súper lindo y cada alumno puede compartir con sus amigos y familia lo aprendido en las clases. Creo que es el lugar donde más se percibe la alegría y pasión que ponemos al enseñar música y gracias a eso siempre algún espectador se contagia y decide empezar clases de canto o algún instrumento.


¿Qué es lo que más te gusta de tener tu propio emprendimiento? ¿Y lo que menos?


Lo que más me gusta es la gente que vamos conociendo en el camino. Aprender a trabajar en equipo, compartir todos los mismos valores y nutrirnos entre todos. También me encanta ir conociendo cada vez más a los alumnos, crear vínculos y sentir que todos somos parte de una misma familia. Lo que menos me gusta es la parte administrativa jaja como todo emprendedor, no soy sólo profesora sino también secretaria, community manager, organizadora de eventos, administradora, etc. Es difícil ser constante con todo, pero se puede!!!


¿Cuál fue tu mayor frustración?


Mmm, sinceramente no recuerdo alguna en particular. Siempre traté que las frustraciones se conviertan en enseñanzas por lo que no tengo sentimientos negativos al pensar en objetivos que no cumplí a tiempo o que todavía no llegué a cumplirlos.


¿Hay días en los que te cuestionas lo que estás haciendo? ¿Cómo lo manejas?


No me lo cuestiono. Soy feliz con lo que hago. Por supuesto que todavía hay mucho para trabajar desde lo personal y mucho crecimiento por delante. Pero estoy enamorada del proyecto y no me veo haciendo otra cosa!!

¿Qué miedos o frenos aparecieron o suelen aparecer en el camino?


Creo que uno de mis mayores miedos siempre fue el de estancarme. Para evitar que eso suceda, me desafío constantemente a mí misma, estoy atenta a los cambios que suceden a mi alrededor, intento mantener siempre una escucha activa y, fundamentalmente, trato de reconocer y aprender de los errores.


¿Qué red social es la que más visibilidad le dio al emprendimiento?


Instagram es lo que más usamos y lo que más nos sirvió para interactuar con nuestra comunidad.


¿Quién te motiva y te inspira para seguir adelante con tu emprendimiento?


Mi marido, los alumnos y el staff!!! Ver que todo el que entra a Cantares se siente cómodo, escuchado y alegre.


¿Qué podcasts / libros / artistas independientes recomendás?


Como profesora, uno de los libros que me acompaña siempre es: “Teoría y técnica de la voz” de Laura Neira. Como persona, un documental de Netflix que me marcó es: “Tony Robbins, no soy tu gurú”. Me enseñó que el cambio depende 100% de uno y a poder transformar mis debilidades y frustraciones en impulsos para querer crecer y mejorar. Artistas independientes: Julio Isa, Fran Lanza y Jose Bonifacio son todos artistas independientes que recomiendo mucho seguir. Podcast: disfruto mucho el podcast de “Aprender de grandes” de Gerry Garbulsky, tiene entrevistas para todos los gustos!


¿Cuál fue el mejor consejo que te dieron?


Lo primero que se me viene a la cabeza más que un consejo, es una frase dicha por un golfista conocido y que se transformó en aprendizaje: “Cuanto más entreno, más suerte tengo”. En nuestro caso, tenemos en claro que a la suerte hay que salir a buscarla y por eso planificamos cada paso que damos y trabajamos mucho para conseguir cada logro.


¿Cuál es el propósito de tu emprendimiento? Y, ¿a dónde te gustaría llegar?


Queremos que Cantares sea un espacio de felicidad, donde además de aprender a cantar, componer y/o tocar un instrumento puedan también disfrutar y compartir lo bien que hace la música. También buscamos que sea un “espacio seguro” donde el alumno se sienta cómodo, escuchado y parte de Cantares.


¿Cuál crees es el “valor agregado” de tu proyecto?


El mayor valor agregado del proyecto es que entendemos a Cantares como una gran familia. Eso se traduce en una mayor cercanía con los alumnos, procurando que se sientan cómodos, que ganen confianza en sí mismos y que encuentren en la música un canal de expresión y aprendizaje.


¿Te parece que es posible vivir de lo que te apasiona?


Sí, por supuesto. Pero hay que tener presente que si bien todos podemos tener algún talento o habilidad, para que ello se transforme en una fuente de ingresos es necesario mucho esfuerzo personal y horas de trabajo.


¿Qué consejo le darías a alguien que está pensando en lanzar su propio emprendimiento pero que todavía no se anima a dar el primer paso?


Le daría básicamente dos consejos. En primer lugar, que sepa que cada uno tiene la capacidad de cambiar su realidad. Depender de una misma, poner tus propias reglas y vivir de lo que realmente nos hace feliz es posible. Pero que sea posible no significa que sea fácil: para lograrlo es necesario tener en claro qué objetivos cumplir, de qué manera cumplirlos, tener un plan de negocios acorde y estar dispuesta a trabajar muchas horas para lograrlo. En segundo lugar, tener en claro sus fortalezas pero también sus debilidades y buscar asesoramiento o rodearse con personas que le ayuden a potenciar sus fortalezas y a contrarrestar sus debilidades.


 

¡Gracias Ceci por compartirnos tu historia! Pueden encontrarla en instagram como @cantares.academia y ver todos los tips musicales que da y si quieren información sobre las clases pueden escribirle a academias.cantares@gmail.com.


Espero que la historia de Ceci los inspire y motive para dar el primer paso y empezar a armar su propio emprendimiento o para llenarse de energía y seguir adelante con eso que vienen haciendo!




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