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Foto del escritorJosefina B

Conocerse para emprender

Hace unos días tuvimos una lindísima charla con una gran amiga, Millie Buchanon, sobre los procesos de autoconocimiento y la búsqueda personal a la hora de emprender. Acá les dejo algunas de las ideas que fuimos compartiendo.




Hace ya unos años que mi frase de cabecera es “vivir intensamente”. Esta especie de filosofía es la que me llevó a cuestionarme lo que estaba haciendo y me impulsó a sumergirme en el mundo emprendedor y de la música.


Si estás pasando por una situación similar seguramente te preguntes: ¿pero cómo hago para arrancar?


Con Millie coincidimos en que la mejor forma de empezar a recorrer este camino es mirando hacia adentro. Por eso es tan importante conocernos y hacer un proceso de búsqueda personal para poder descubrir qué es lo que queremos en realidad.


Una frase que tengo muy presente últimamente es que “somos un montón de cosas”. Somos un universo de cosas que vamos a ir descubriendo con el tiempo. Y en el camino seguramente vayamos sumando muchas otras que nada tienen que ver con nuestra elección original.


Uno va cambiando a medida que pasa el tiempo. Por eso tenemos que elegir quiénes queremos ser todos los días.


Si estás empezando la búsqueda te puede servir hacerte estas preguntas: ¿qué quiero? ¿para qué lo quiero? ¿cuál es mi motivación? ¿por qué quiero emprender? ¿quiero hacer lo que estoy haciendo hoy toda la vida?¿qué me sale fácil? ¿qué tengo para ofrecer a los demás? ¿cuál es mi valor agregado? ¿qué me interesa aprender? ¿qué me sale naturalmente y cuando lo hago el tiempo se me pasa volando?


Muchas veces es difícil encontrar todas las respuestas y ver las cosas con claridad al principio, pero seguramente van a ir surgiendo a lo largo del proceso. Incluso uno se vuelve a hacer esas preguntas frente a cada decisión que va tomando a lo largo de su vida.


Para mi emprender es animarse a salir de la zona de confort. La única forma de darnos cuenta si estamos yendo por el camino correcto y eligiendo lo que nos va a hacer feliz es probando y animándose. Buscar qué podemos hacer con lo que tenemos e identificar qué tenemos que aprender. Ponernos creativos.


Una vez que uno da el primer paso ya es más fácil seguir. Por eso para emprender hay que animarse a probar y arriesgar.


Nunca sabes lo que te espera en el camino. Muchas veces uno se sorprende con cosas que no hubiera esperado o no se hubiera imaginado al comenzar.


Como dice Millie, emprender es estar en camino, siempre en movimiento. La vida te va enfrentando con esas cosas que uno inconscientemente quiere. Imaginarnos y visualizarnos en un lugar también nos ayuda a decidir y a que las cosas se vayan dando.


Es clave escuchar y rodearse de personas que te conozcan, te motiven y tiren para adelante. Además uno se conoce muchísimo a través de las personas que lo rodean.


En el camino vamos a ir descubriendo cosas que nos gustan y cosas que no tanto. No todo en el proceso nos va a gustar. Por eso el desafío está en encontrar la forma de poder armar algo con todo lo que nos gusta y poder hacerlo rentable o que nos sirva para complementar lo que venimos haciendo.


Hoy en día los paradigmas cambiaron y uno valora mucho más la calidad de vida: hacer cosas que nos hagan bien. Cuando empecé mi búsqueda pensé: “tengo muchas cosas que me gustan, ¿por qué no me puedo dedicar a eso también y complementar todo?”.


Uno va aprendiendo mucho a lo largo del camino. Y con el contacto con los otros. Por eso hay que animarse aunque al principio nos parezca que nos falta mucho por aprender.


Es importante ser paciente con uno mismo en los procesos y no olvidarse de ir reconociendo los propios logros. Amar el proceso. Y agradecer y celebrar esos pequeños logros.


Tenemos miles de oportunidades y cosas para hacer. Uno mismo es el que se pone los límites, las llamadas “creencias limitantes”. Es clave trabajar para poder romper con esas barreras y avanzar.


Hay que preguntarse todos los días dónde queremos estar. Ponerse objetivos diarios. ¿Qué quiero para mi hoy? ¿dónde quiero estar? ¿qué tengo para dar? Y ¿qué quiero hacer con esto? Con mucha paciencia y amor en el proceso, siempre.


Y poder elegir y hacernos cargo de lo que decidimos. Lo que se nos va cruzando en el camino es parte del aprendizaje que tenemos que lograr para alcanzar nuestro objetivo.


Y por último, no olvidarse que nunca es tarde para empezar. Si de verdad uno quiere, con mucho trabajo y dedicación, las cosas se van a ir dando.


 

Ojalá estas reflexiones les sirvan como motivación para empezar su propia búsqueda personal y animarse a ir en busca de eso que los haga felices. La vida es una sola y por eso siempre digo que hay que “vivirla intensamente.”





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